Siempre he sido propensa a los dolores cervicales y tortícolis, pero una mañana al hacer unos estiramientos antes de ducharme, sentí un pinchazo en la espalda, seguido de un dolor muy agudo. Durante toda la mañana, al no ceder el dolor y sin poder siquiera moverme, fui a urgencias.
Me detectaron una protrusión discal entre C5 y C6. El médico me recetó analgésicos y antiinflamatorios, además de sesiones de fisioterapia, pero nada me quitaba el dolor.
Estuve 21 días sin poder acostarme en la cama. Por las noches me quedaba sentada en el sofá del salón, intentando dormir, aunque el dolor no me lo permitía.
Esta situación era insoportable. Por recomendación de una amiga, acudí a la Dra. Ángela por primera vez, ya que hasta entonces, ni siquiera había oído hablar de la quiropráctica.
Desde que empecé el tratamiento la recuperación fue bastante rápida y celebré el día que pude volver a dormir en mi cama! Además, junto a la acupuntura me ha ayudado a liberarme de unas migrañas que padecía desde pequeña.
Siempre se lo recomiendo a todo el mundo, pues cuando salgo de la consulta me siento como creo que se sentiría un motor, recién lubricado, dónde todo funciona a la perfección.