Biovertix dispone de su propio espacio psicoterapéutico que facilita a los usuarios de nuestro centro, trabajar aspectos psico-socio-emocionales. Según nuestro enfoque integrador, entendemos la salud como concepto global de las dimensiones físicas y psicológicas del ser humano. Veamos que puede ocurrir cuando este bienestar no es completo.
En ocasiones, observamos que nuestro cuerpo no está bien, no se recupera o, tenemos molestias repetitivas o crónicas. Su origen puede ser diverso: traumas, conflictos no resueltos, pérdidas o, dificultades en nuestras relaciones. Solemos decir entonces: “estaría bien si no fuera por este dolor, estos calambres, estos, pinchazos…”
En otros casos, nuestros sentimientos, sensaciones o emociones nos mantienen en estados de alarma, desánimo o agitación y, es frecuente, que no sepamos decir que nos pasa. Sólo podemos expresar: “no me siento bien”.
En otras ocasiones, nuestro comportamiento no es funcional, no resuelve los problemas con los que nos encontramos en nuestra vida. A pesar de ello, no podemos generar alternativas, tratamos de poner en práctica los recursos conocidos y podemos sentirnos frustrados o desanimados. Tratamos de salir de un hoyo, cavando con una pala.
También puede ocurrir que nuestro pensamiento sea poco eficaz, recurrente y nos sintamos bloqueados. En estos casos podemos sentir que nuestra mente domina nuestra vida o que no logremos enfocarnos convenientemente: notaremos falta de atención, desmotivación, inquietud o dudas. Esto suele presentarse con comentarios del tipo: “ya puedo yo querer hacer algo, que al final siempre con lo mismo”
Desvelar estos mensajes, implica un trabajo terapéutico para comprender la situación, entre otros aspectos:
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Trabajar desde la identidad personal, la historia de vida y la autoestima.
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Identificar los estados emocionales, sensoriales y mentales.
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Observar las relaciones: sociales y familiares.
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Atender las demandas de la vida, el trabajo y nuestros objetivos.
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Reconocer el sistema de construcción de significados y de pensamiento.
Tratamos de que el trabajo terapéutico sea una forma equilibrada de relación entre la persona y el terapeuta. El objetivo es conseguir cambios y mejoras a distintos niveles: el sintomático y perturbador, más superficial, pero también a nivel más profundo, de forma que se generen recursos duraderos y estables.
A este fin, en sesión se pueden aplicar diferentes técnicas e intervenciones específicas, desde distintos enfoques y modelos psicoterapéuticos.
Somos conscientes del esfuerzo que supone desarrollar un trabajo psicoterapéutico que no siempre es fácil pero que demuestra su eficacia, cuando es llevado a cabo con interés y atención.
Afortunadamente, los resultados suelen presentarse de forma rápida y notable después de unas cuantas sesiones, lo que nos permitirá avanzar, descubrir y consolidar, cambios y recursos para el futuro.
Las sesiones individuales son de 60 minutos y las familiares de 90, en un espacio tranquilo y confortable donde desde la comprensión y la colaboración, se desarrolla una configuración terapéutica específica y única para cada persona.