Lo que más me llamó la atención al hablar con Ángela en la primera entrevista fue la visión que tenía del paciente en su «totalidad», dando una gran importancia y en igual proporción a su alimentación, al tratamiento de la columna, al tipo y frecuencia de ejercicio físico que realice y a su estado emocional. Dando siempre al paciente unas pautas escritas de alimentación y ejercicio físico que a ella le parecen más recomendables.
Con su tratamiento, la quiropráctica, empecé a sentirme muy bien en todos los sentidos y decidí llevar también a mis hijos para que les controlara el crecimiento y desarrollo.
Todos estamos encantados de haber tenido la posibilidad de conocerla y estar en sus manos siempre que la necesitamos.
¡Gracias Ángela!